8 de noviembre de 2006

...artículo sobre educación...escrito por...buenos profesores


Profesor - Alumno: Un cariño exigente


Es necesario que el profesor se entregue absolutamente a sus alumnos, que esté siempre dispuesto a escucharlos y ayudarlos. Que esté "ahí".
Más allá de transmitir conocimientos, de saber las materias y de hacer clases, ...que el profesor quiera a sus alumnos, además de una buena disposición, buen juicio y criterio a la hora de relacionarse con ellos parecen ser la clave para una buena relación entre ambos.Pedro Valentini, asegura que no solo hay que pensar en "qué hago para que este niño llegue a buen puerto. Hay que empezar por quererlos, porque ....cuando uno quiere pone lo mejor de sí en esa persona y la persona querida también da lo mejor de sí, lográndose resultados espectaculares. En otras palabras: quererlos es interesarse por los alumnos, exigiéndoles, porque la exigencia es cariño; lo contrario es indiferencia. Cuando uno de ellos está con problemas necesita que le echen una mano y ahí está el arte del profesor"


Lo importante en el profesor es que sepa ponerse "del brazo" del alumno. Valentini dice, "hacerle sentir que juntos lo van a lograr cuando está con algún problema, porque la persona que está con déficit tanto en alguna asignatura como en cualquier otro aspecto de su ser, está como paralítica y necesitando de ayuda. Primero un pie, después otro. Con cariño, el profesor puede decir lo que quiera, como... "estás hecho un flojo o haces rabiar a tus papás"; pero,.... son importantes, junto con las palabras, los gestos que las acompañan: las sonrisas, el golpearle el hombro, diciéndole gestualmente "tú puedes, no estás solo".Ruby Tampe, directora del Colegio Nuestra Señora del Rosario Las Condes, agrega que la atmósfera ,en el interior del colegio, debe permitir que el niño desarrolle su trabajo escolar sintiéndose comprendido, acogido, estimado, apoyado y respetado como persona. "El niño dentro del aula debe sentir seguridad. Que no sea un niño que esté atemorizado o ansioso; si da una opinión, emite un juicio o da una idea no debe creer que se expone al ridículo". Y agrega, "los profesores debemos entender que el resfuerzo positivo es mucho más importante que el castigo, que los frenos y prohibiciones. Debemos ser capaces de reconocer en los niños los logros y el esfuerzo. Eso sí, los alumnos dentro de esta atmósfera de cordialidad deben tener muy internalizados los límites y normas de convivencia e interacción escolar, basados en el respeto, responsabilidad, trabajo colaborativo, entre otros".María Elcira Torres, orientadora, consejera estudiantil, vocacional y familiar del Liceo Los Dominicos explica que "con una mano exigimos y con la otra acariciamos, pero siempre hay que rayar la cancha. Me parece que la mejor forma de relación profesor-alumno es cuando se sabe combinar el afecto con el exigir del niño lo mejor que él pueda dar. Es importante el rendimiento, sus capacidades, que desarrolle actitudes y aprenda valores". Junto con este acoger y dar seguridad, es importante que el profesor sepa imponer la disciplina, se haga respetar, que sea imagen, modelo, ejemplo para sus alumnos. María Elcira Torres, agrega que "los alumnos piden que los profesores los quieran y les exijan con cariño".Es tanto el tiempo que pasan los niños y jóvenes en el colegio, que tanto el establecimiento educacional, como los profesores son decisivos. De el ambiente y la relación con ellos va a depender que el alumno quiera sus estudios, que adquiera buenos hábitos, que sea responsable, que se sienta querido e importante como persona.
Tipos de relaciones
Un buen profesor
Cuando se habla de la relación profesor alumno, podemos pensar en tres teorías al respecto, dependiendo principalmente del proyecto educativo, la misión y la visión que tenga el colegio, según explica María Elcira Torres.
1. Autoritaria: Es absolutamente vertical. El director da órdenes específicas, claras, que se cumplen. Es una manera de relacionarse en donde no hay retroalimentación de parte de los alumnos, porque es unilateral y monolítica.
2. Laissez-faire: En otras palabras "dejar hacer", donde las normas se van asumiendo en la medida que se van necesitando. Hay cosas básicas que se respetan, pero hay un relajamiento en cuanto a las normas disciplinarias
3. Democrática: Todos participan. En este método el profesor sabe combinar el afecto con exigir del alumno lo mejor que él puede dar. "Con una mano tiramos la rienda y con la otra acariciamos, pero con una cancha bien rayada".
Pelusa Orellana, directora de la carrera de pedagogía de la Universidad de Los Andes, explica que un buen profesor es una persona que asume con pasión y con cabeza su vocación y se entrega a los demás pensando siempre en el bien de sus alumnos. A continuación expone algunas virtudes que lo caracterizan: - Buen conocimiento de lo que enseña: más allá de lo que dicen los programas, o lo que dicta el Ministerio. Le gusta lo que enseña, sabe por qué es importante para los alumnos y sabe discernir lo esencial de lo prescindible.- Trato adecuado: es una persona alcanzable, capaz de relacionarse bien con los demás. Tiene una personalidad afable, sentido del humor, es cortés, busca siempre dar el ejemplo con todo lo que hace. Tiene una honda preocupación por cada uno de sus alumnos y por su felicidad. Jamás descalifica, jamás se burla ni es sarcástico.- Criterio pedagógico y formativo: para saber cuándo corregir, cuándo felicitar, cómo ayudar. A veces es lo que más falla a la hora de tener una buena relación con los alumnos.- Sólida formación en virtudes: tiene claros conceptos como la dignidad de la persona humana, su intencionalidad, etc...- Autoexigencia- Sentido de servicio- Laboriosidad y constancia- Alegría de vivir
¿Cómo evitar la agresividad al interior de los establecimientos educacionales?


Profesor tutor
Pelusa Orellana afirma que desgraciadamente vivimos en un mundo en que la gente es más agresiva, producto de lo vertiginoso y efímero, de la falta de compromiso y de cariño por el otro. "Las conductas agresivas se combaten con un entorno escolar y familiar adecuado, en el que prima la preocupación por el otro. Un buen rayado de cancha, mucho diálogo, muchos ejemplos de conductas en las cuales es posible disentir sin agredir".
Una buena alternativa de relacionarse con los alumnos es crear la instancia de la tutoría. María Elcira Torres explica que... ésta consiste en que un profesor se haga cargo de un grupo de alumnos y que... éste conozca absolutamente todo los relacionado con cada uno de esos alumnos. Esto pasa por el aspecto académico y también por el personal y familiar. El tutor siempre está dispuesto a conversar, a ayudar, a saber cómo le está yendo en su rendimiento escolar, con sus amistades, con sus padres y hermanos. El tutor es la imagen del palito que se le pone a la planta para que crezca derecha. Está ahí siempre, afirmándolo.
....y ya está...que se aplique el cuento, quien sea valiente...yo, por mi parte, llevo haciéndolo muchos años....aunque no siempre lo hago bien...pero si, no lo logro no será porque no haya puesto todo de mi parte

1 comentario:

almena dijo...

"...un buen profesor asume con pasión y con cabeza su vocación..."
esa frase me parece clave.

:)

un beso!